21/10/09

¿Secundaria más permisiva?

Desde el Ministerio de Educación Nacional se ha dado a conocer una novedosa estrategia para garantizar la permanencia de los alumnos en el sistema educativo. Se trata de flexibilizar el secundario. ¿Cómo? Mediante creativas maneras de retener al alumnado, permitiendo una mayor cantidad de materias previas para pasar de año, extendiendo el límite de faltas, eliminando las expulsiones, llevando al mínimo las sanciones disciplinarias (obviamente en casos gravísimos) y como si fuera poco, "controlando" al docente.
Para quienes tenemos una férrea vocación docente, enterarnos de estas noticias es ver venirse abajo el castillo de naipes que construimos diariamente en medio de un tornado.
Por supuesto que ninguno de nosotros está a favor de la deserción escolar, ninguno desea que nuestros adolescentes queden fuera de un sistema sin rumbo cierto, nadie reprueba a un alumno sólo porque quiere hacerle mal deliberadamente. Pero, exigir respeto, estudio, hábitos de convivencia, buen trato, ¿es mucho pedir? ¿Es un tirano el que respeta y espera respeto a cambio? ¿Es un autoritario quien se perfecciona para brindar mejores conocimientos a sus alumnos y pretende una mínima respuesta de parte de ellos?
Lamentablemente, ser docente ya no es, socialmente, un orgullo. El colectivo imaginario ha puesto a la docencia en un escalón muy bajo, generalmente impulsado por las políticas de turno que han denigrado al docente empezando por su retribución económica, siguiendo por su valoración social y culminando con la propagación de la falsa creencia de que los docentes somos unos vagos (declaración de Mauricio Macri ante un paro docente en pcia. de Buenos Aires).
A partir de 2010 nos veremos en la peligrosa encrucijada de seguir adelante con nuestros principios y colocar el saber en primer lugar, o de dar con el gusto a esta nefasta propuesta que pide hacer más light el secundario con el fin de retener alumnos en la escuela a costa de cualquier cosa, incluso de la integridad física de docentes y compañeros.
Cuando los "maestros" hacemos paro o salimos a manifestar, no sólo estamos reclamando un ajuste salarial (de última, hay sectores peor remunerados que el nuestro), es mucho más lo que reclamamos: pedimos que se reconozca nuestra labor que es nada más y nada menos que la de formar ciudadanos, educar a personas en un pensamiento abierto, amplio, pluralista, crítico, autónomo, libre. Muchísimas veces el adolescente, el niño, pasa más tiempo con su maestro que con sus padres; y muchas veces esos mismos padres son los que desvalorizan a esos docentes que reclaman lo que es justo.
Si realmente nos interesa nuestra Patria, nuestro futuro, nuestros hijos, no podemos permitir este avasallamiento; no puede haber documento que nos desautorice frente a toda una comunidad educativa, que no valore el esfuerzo, el trabajo, el esmero de muchísimos niños y jóvenes que sí quieren ser Alguien, no manipulables, no serviles, no borregos, presos de un poder efímero y transitorio.
Unámonos como sociedad, breguemos por una educación de calidad, por una cultura del trabajo y del esfuerzo. Nuestros jóvenes no necesitan las cosas tan fáciles, prefieren los desafíos...


Carolina Elena Astegiano
Profesora en Lengua, Literatura y Comunicación

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Inauguración del Secundario . Año 1959

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Alumnos en su primer día de clases.

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Inicio de los festejos de los 50 años

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Misa . Ofrenda floral al padre Jorge

Caminata de oro . Alumnado junto a Autoridades

Autoridades e invitados presentes

Cartel institucional 50 años IMB