12/9/09

Entrevista al padre Carlos Mora Morales

Se llama Carlos Mora Morales y está en Brinkmann como sacerdote de la parroquia San Juan Bautista.


Él afirma que el verdadero amor de Dios está en la familia y el trabajo.

Decidimos realizarle esta encuesta para informarnos acerca de la “Fazenda de la Esperanza” que es una institución creada para la recuperación de personas adictas. Nos recibió muy atentamente y accedió a responder nuestras preguntas sin dificultad y con un gran entusiasmo lo que nos hizo sentir muy cómodas.
Nosotras: ¿Qué es la fazenda de la esperanza?
Padre Carlos: La fazenda de la esperanza es un lugar de amor, es un lugar santo, donde encontrás a Dios en cada chico y en cada chica, allí ellos se están recuperando de las adicciones, de la droga, del alcohol y de las mentiras; Dijo- “Qué lindo que sería que ustedes pudieran conocer la fazenda, van a ver cuántas cosas tenemos y las perdemos, y qué poquitas cosas tienen ellos y cómo las valoran, ustedes tienen una vida, tienen mamá, papá y ellos también pero allá están solos”.
El tiempo de recuperación es un año, 3 meses ellos no pueden ver a nadie, ahí no se usan televisores, no hay celulares, ahí no hay nada, en ese lugar, durante los 3 meses es para ellos, para perdonarse y trabajar junto a Dios por eso la fazenda es como una gran familia; y después de los 3 meses se encuentran con la familia y después una vez al mes se reencuentran, es importante que cada uno se valore. (Nos dio consejos)
Nosotras: ¿Cómo supo de la existencia de esta institución?
Padre Carlos: Hace muchos años que yo conozco, que he oído de esta institución, yo siempre estaba preocupado por las drogas en todos lados que he ido, y nunca tuve la oportunidad de conocerla, pero en enero de este año fui y ahí estuve enganchado y es Jesús quien me llevó ahí, realmente es una cosa muy linda chicas, si ustedes quieren conocer en septiembre van a venir y vamos a hacer una obra de teatro “Mi hijo el drogón” se llama, habla todo sobre la droga y cómo la escuela y la familia tienen que apoyar “es hermosísimo”.
Nosotras: ¿Cómo surge la idea de traer a Brinkmann representantes de esa institución?
Padre Carlos: Porque estoy muy preocupado por los jóvenes de Brinkmann, a mí me gustaría tener un grupo en la parroquia para charlar, y las invito a ustedes chicas y a todos los que quieran unirse para formar un grupo para apoyar a todas las personas adictas que lo necesiten.
Nosotras: ¿Qué les transmiten los chicos de la fazenda?
Padre Carlos: Jesús, porque ahí no hay nada de medicina, siquiatría, porque se basa en tres cosas fundamentales, el amor a Dios, la vida de oración y el trabajo. Por ejemplo si yo te contesto mal a vos, le contesto mal a Jesús.
Nosotros gracias a Dios vamos a ser padrinos de una comunidad.
Nosotras: ¿Piensa formar una institución como ésa acá en Brinkmann? ¿Por qué?
Padre Carlos: Sí, por supuesto si ustedes conocen alguien que quiera donar un terreno, bienvenido sea (risas) o alguna casa bendito sea Dios. Pero tiene que ser un lugar apartado, para trabajar, sería una bendición para esta zona, ya que está viniendo gente de Morteros, Chipión, Porteña, San Francisco. Porque como ya les dije quiero salvar a todos los jóvenes para que salgan adelante y se den cuenta que se están equivocando.
Nosotras: ¿Con qué objetivo la formaría?
Padre Carlos: Para salvar a los jóvenes, yo creo que aún el más borracho o el más atorrante de todos hay una imagen de Dios, en esa chica embarazada, que se drogó y la violaron ahí esta Jesús.
Nosotras: ¿Cuenta con la ayuda de la sociedad y del municipio para crearla? ¿Cuáles?
Padre Carlos: Sí, creo que sí. El municipio nos ha prestado las trafic para traer a los chicos, nos ha facilitado muchas cosas y la gente de Brinkmann, como es el caso de caritas nos ha ayudado con la comida y para dormir. Todo esto lo estamos trabajando con el grupo de Esperanza Viva.
Nosotras: ¿Qué actitud piensa que tomarían los jóvenes con la formación de la Fazenda?
Padre Carlos: No sé, yo pienso que sería una cosa linda, que por supuesto va a ser una cosa rechazada al principio, porque el problema es la familia que no admiten la realidad y los amigos que se burlan.

Hay chicos que están viviendo situaciones límites y que buscan apoyo en la sociedad de Brinkmann.
Yo siempre cuento de ese borrachito, que a las cuatro de la mañana llegó borracho a mi casa, gritando ¡Cura, cura!, porque le daba vergüenza ir a la casa, entonces yo llamé a sus padres aunque él no quería. Luego vino la mamá y lo primero que dijo es ¡por qué hizo eso!
Lo más importante es que la familia acepte que su hijo/a se droga o que tiene alguna adicción, y que no lo oculte por vergüenza, porque es una enfermedad, que hay que controlarla y que con esfuerzo se logra salir adelante.

“Lo más importante es que se valoren, porque todos somos una perla preciosa que necesita ayuda”

1 comentario:

  1. Yo tuve la posibilidad de ver la obra "Mi hijo no es un drogón" y me pareció muy buena. Es un buen llamado de atención no sólo a los padres, sino también a la escuela, dos instituciones fundamentales a la hora de educar. Ojalá la pueda ver la mayor cantidad posible de gente.

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Inauguración del Secundario . Año 1959

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Alumnos en su primer día de clases.

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Inicio de los festejos de los 50 años

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Caminata de oro . Alumnado junto a Autoridades

Autoridades e invitados presentes

Cartel institucional 50 años IMB